¡Aquí estamos de nuevo! Empezando otra vez. A puntito de terminar el mes, volvemos con las sagas más buscadas.
Y hoy quiero hablaros de uno de los libros que he leído recientemente que más me ha gustado. Cosa rara, porque es bastante machista, pero quizás sea la manera cómo está escrita la historia, o lo de las sociedades organizadas en castas (me flipan estas cosas, en serio) que hacen que me considere una adicta de la saga.
Mi nueva golosina no es otra que la saga "La selección" de Kiera Cass.
Me encanta. Ahora mismo estoy en tal nube que cuando veo a alguien con uno de los libros bajo el brazo, los ojos me hacen chiribitas.
Pero bueno, qué os importa a vosotros lo mucho o poco que me guste el libro ¿eh pequeños
Si sois adictos a los libros en que la sociedad en la que viven los protagonistas está estructurada en castas, y en la que ellos mismos deben tomar decisiones que pueden provocar un giro de 180º a sus vidas, solo para el bienestar de sus familias, esto es lo que estáis buscando.
La singular America Singer (no haremos comentarios acerca de lo pobre que es su nombre) vive junto su familia de artistas en el reino de Illéa, donde sus ciudadanos se encuentran ordenados en castas numeradas: los UNOS son los miembros de la realeza y el clero, los DOSES son todas las celebridades del país, así como funcionarios de toda clase e incluso los miembros del ejercito, los TRESES son todos aquellos que se dedican a la docencia y a la investigación, los CUATROS son los propietarios de granjas, joyeros, jefes de cocina y otro tipo de negocios, los CINCO sólo se componen de artistas (la familia de América por lo tanto se encuentra en esta casta), los SEIS son aquellos que realizan trabajos bajo las ordenes de otros cómo las secretarias o los camareros, los SIETES no son otros que la mano de obra más sencilla que uno puede encontrar, y finalmente los OCHOS, la mugre de la sociedad, personas enfermas mental o físicamente, adictos o fugitivos.
Así que en este "lindo y para nada controlado" reino, tenemos viviendo a America, pasando las noches en vela junto a su más que íntimo amigo Aspen, con quién planea terminar el resto de sus días. Sin embargo todo cambia cuando el príncipe del reino anuncia la organización de un concurso para encontrar esposa, cosa que hace que todos los planes hechos por la señorita Singer se vayan por los suelos, haciendo que se vea envuelta en un juego donde todo el mundo espera ganar algo.
Vale, ahora leeréis esto y os vais a creer que esta saga no os puede sorprender. Mentira. A mi me tuvo enganchada desde un primer momento, y no puedo imaginar que a alguien con un poco de tiempo y las mismas afinidades que las mías no le suceda lo mismo. Hay muchas cosas que puede que te las esperes, pero eso no hace que la lectura sea menos trepidante. A medida que uno va leyendo, descubre muchos personajes que con pocas palabras logran que te hagas una idea de ellos, y creo que eso en un libro cómo éste es bueno.
Pero que os voy a decir, no todo son ñoñerías. Conspiraciones contra la paz del reino, y una elaborada historia sobre la creación de éste y sus relaciones con el exterior, hace que esta novela gane más valor para mi. La autora sabe jugar muy bien con la emoción del concurso en contraposición a la trama de fondo.
Bueno, creo que paro ya, que ahora estoy tan enamorada de la saga que soy incapaz de echarle pestes (creo que es porque tengo demasiado tiempo libre e.e).
La última parte de la saga se publica el 4 de Marzo en EUA, aunque he leído por ahí, que aquí en España saldrá el 8 de Mayo (marditas editoriales y su exasperante lentitud -.-).
Si soy fans de que lleven los libros a la gran pantalla, siento deciros que éste no va a ser el caso... PORQUE VAN A HACER UNA SERIE, los de cw, quienes llevan series tan conocidas cómo la de "The Vampire Diaries" "Arrow" o "Supernatural". Esperemos que esté a la altura.
Si queréis enteraros de más, aquí tenéis un blog en español centrado exclusivamente en la saga:
http://laseleccionserie.blogspot.com.es/p/las-castas.html
Os dejo con el principio de la saga, para que os animéis a terminarla de golpe:
Cuando llegó la carta, mi madre se puso eufórica. Ya había decidido que todos nuestros problemas se habían solucionado, que habían desaparecido para siempre. Pero su plan tenía un gran problema: yo. No creo que fuera una hija particularmente desobediente, pero ahí fue donde dije basta.
No quería permanecer en la realeza. No quería ser de los Unos. No quería ni siquiera "intentarlo".
Me escondí en mi habitación, el único lugar donde no llegaba el parloteo que llenaba la casa, para pensar en algo que pudiera convencerla. De momento tenía toda una serie de opiniones claramente formadas..., pero estaba segura de que no escucharía nada de lo que alegara.
No podía seguir dándole esquinazo mucho más tiempo. Se acercaba la hora de la cena y, al ser la mayor de los hermanos que seguíamos en la casa, me tocaba a mí ocuparme de la cocina. Me levanté de la cama y decidí enfrentarme al enemigo.
Mamá me lanzó una mirada, pero no dijo nada.
Ejecutamos una danza silenciosa por toda la cocina y el comedor mientras preparábamos pollo, pasta y unas rodajas de manzana, y poníamos la mesa para cinco. Si levantaba la vista de lo que estaba haciendo, ella me lanzaba una mirada furiosa, como si así pudiera avergonzarme y hacerme desear las cosas que ella quería. Era algo que hacía a menudo, como cuando me negaba a aceptar un trabajo en particular porque sabía que la familia que nos acogía se mostraba innecesariamente maleducada; o cuando quería que yo hiciera una limpieza a fondo porque no podíamos permitirnos pagar un Seis para que se ocupara de ello.
A veces le funcionaba. A veces no.
Y en esta ocasión no tenía ninguna oportunidad.
Espero que os haya gustado, nos leemos la semana que viene con: Poesía.
